Cartas desde el corazón - En el último momento
No puedes controlar los resultados, solo tus acciones.
¡Hola! ¿Cómo estás? No, no me he olvidado de ti, aunque viendo que hoy es día 30 de abril parece que sí, que este mes no iba a haber cartita. Pero ¡aquí estoy!
A veces, enfrentarte al folio en blanco es aterrador. Empezar algo da miedo, comenzar. Y eso me ha pasado esta vez con esta cartita. Vete tú a saber por qué, después de tantas que llevamos ya… Las expectativas, esas terribles enemigas nuestras. “¿Qué escribo? ¿Te gustará? ¿Querrás leerme? ¿Echarás la cartita a la papelera sin más?” Y así fueron pasando los días, las noches… A mí, que siempre me ha resultado sencillo sentarme y escribir sin más, de lo que sea, cuando sea. Pues ya ves, todo puede cambiar.
He decidido pasarme a saludar porque quiero seguir cumpliendo propósitos sencillos, y escribirte es uno de ellos. Y me encanta cuando me respondes y me cuentas tus cosas.
Hoy voy a quedarme con esta frase:
“Aquellos que están despiertos, viven en un estado de constante asombro”.
-Buda
Asombrémonos pues, ya que tenemos ese privilegio.
Te deseo un feliz día y si quieres, ya sabes, dale a “responder” en la zona de arriba de este email. Si escoges “publicar un comentario” ahí abajo harás justo eso, dejar un comentario en esta carta.