Sobre seguir y seguir
"Nada más grueso que una cuchilla separa la felicidad de la melancolía". -Virginia Woolf
¡Hola! ¿Qué tal estás? ¿Cómo te encuentras desde mi última cartita?
Me salté un mes, lo sé, pero no pasa nada porque vuelvo con más ganas, que no más fuerza, de fuerzas ando más o menos igual.
A pesar del título no vengo hoy a hacer una disertación sobre el dolor, la pena, la alegría y la felicidad. Qué va. Solo quería expresar, de forma breve, lo útil que es recordar cuando estamos viviendo un momento triste, oscuro, que duele, que “todo esto pasará”. Lo leí ayer en un cartelito en mi clase de Yoga. Es probable que si andas en un momento de los duros me mandes bien lejos al leerme, y es normal y hasta me lo merezco. ¿Qué le vamos a hacer? Pero quizá, tal vez, mi recordatorio de que esto no es para siempre, te sirva.
Estos días he vuelto a organizarme y he empezado proyectos nuevos. ¿Y tú? ¿Alguna novedad? Sé que es tarde, que el año tiene dos reseteos, en enero y en septiembre, pero me da igual. Las fechas y planes preestablecidos y aceptados por todo el mundo me dan lo mismo.
🇬🇧He empezado (¿vuelto?) a estudiar inglés. Pero bien, en una Academia de esas en las que no te dejan decir ni una sola palabra en español. Qué gozada.
📚Voy a empezar una nueva novela. O algo así. Y será creada a cuatro manos con un buen amigo. Primera vez. Esto promete, ya te contaré más. A ver cómo se nos da esto de escribir juntos. ¿Te acuerdas de Haru, de Escucha el sonido del viento? Hasta ahí puedo leer.
🌐Estoy renovando mi página web. Cada vez corrijo y leo de forma profesional más textos y he decidido que es el momento de organizarme. Ya te la enseñaré.
🍁He puesto una alfombra nueva en el salón que le da un toque otoñal/invernal muy acogedor.
🇯🇵He aprendido a cocinar bien el Okonomiyaki japonés (una especie de tortilla de col).
He aprendido estos días a detenerme más en mi día a día. Me escucho más. Ahora paseo por el parque sin prisa, me detengo a mirar las hojas otoñales, me asomo a la ventana cuando amanece a ver las nubes rosas, escojo con detalle cuál será mi próxima lectura y trato de no ir acelerada por la vida. Mira, eh, qué necesario lo de frenar. Qué manía la de ir corriendo hasta a comprar el pan. Si no llego a todo, no llego, y he comprado varias veces ya que no pasa nada. Que mañana se hará Y que no, no dejo para mañana lo que puedo hacer hoy, pero tampoco me fustigo si no me da tiempo.
Hoy tengo esta foto de mi paseo de ayer por la tarde por un parque.
Me gustaría recomendarte alguna película o algún libro bonito, pero no me he enamorado de ninguna de las dos cosas de la última cartita. ¡Ah, sí! Es que no lo he terminado y por eso lo iba a dejar pasar, pero esta lectura, coreana, me está fascinando. Si te gusta leer y las librerías, te interesa la literatura asiática, (coreana en este caso) y las lecturas pausadas, te la recomiendo.
Se trata de:
Bienvenidos a La Librería Hyunan-Dong
Estoy disfrutándolo muchísimo. No quiero que se termine.
Me despido por este mes. En diciembre nos leemos. Me voy a esforzar, de verdad de las buenas.
Espero tu respuesta si tienes algo que contarme, o si te apetece saludarme. Sabes que me encanta leerte. Tanto como escribirte.
Mientras tanto te deseo un feliz noviembre, disfruta del fresquito que está llegando.
Gracias por seguir aquí.
PD: si quieres responderme dale a responder a este email y ya está. Me va a encantar leerte. También puedes publicar un comentario, eso es público.
PD2: Si te ha gustado esta carta y crees que puede gustarle a alguien más, reenvíasela. Compartir es vivir.
Querida Azucena:
Antes que nada, permíteme disculparme por no haberte respondido antes. He terminado con la agonía de la oposición hace poco, y hasta ahora no he encontrado el momento para escribirte con calma.
Siempre es un placer leerte, y me reconforta saber que, a pesar de las fuerzas escasas, regresas con más ganas. Tu reflexión sobre la fugacidad de los momentos difíciles me ha llegado en el momento justo. Es cierto que "esto también pasará", y recordarlo tiene un efecto balsámico, incluso cuando la vorágine de lo cotidiano a veces nos arrastra.
Respecto a todo lo que mencionas: ¡cuánto estás haciendo! Desde retomar el inglés en serio hasta escribir a cuatro manos (qué proyecto más apasionante), renovar tu página web y darle un toque acogedor al salón con esa alfombra otoñal. Cada uno de estos pequeños o grandes pasos habla de cómo estás abrazando la vida de una manera consciente y serena. Me parece admirable y, por qué no decirlo, inspirador.
Yo, por mi parte, no tengo tantas novedades que contar, ya que mi tiempo ha estado absorbido por las oposiciones. Ahora que he cerrado ese capítulo, estoy buscando reencontrarme con pequeños momentos como los que describes: paseos sin prisa, lecturas escogidas con mimo y esas pausas necesarias para mirar el mundo con detenimiento. Espero pronto poder dedicarme a proyectos más personales y creativos, como los que tú compartes en tu carta.
Me ha intrigado tu recomendación de Bienvenidos a La Librería Hyunan-Dong. Suena como una lectura ideal para sumergirme en un universo pausado y diferente, justo lo que necesito para este final de año. Gracias por la sugerencia.
Espero que diciembre te esté tratando con amabilidad y que la energía para escribir no te falle, porque tus cartas siempre son un soplo de aire fresco. Nos leemos en breve...
Un besico.
¡Hola, Azucena!
Por aquí también hace ya mucho fresco, pero mi abuela me ha dicho hoy que el hombre del tiempo cree que volverá la primavera la semana que viene. Ni idea. Mis novedades son que el trabajo se come a la escritora, pero que hay visos de que en enero la cosa se reequilibre. Me encanta que tengas proyecto de escritura nuevo y que te hayas enamorado de un libro de tal manera que no quieras que sea acabe. Me lo he apuntado, a ver si yo también me enamoro :-D. Yo estoy leyendo Mesa para dos de Amor Towles y también me está gustando muchísimo. ¡Un abrazo!